Clásicamente, el dolor sufrido en una tendinopatía se ha atribuido a un proceso inflamatorio y al paciente se le ha diagnosticado de “tendinitis”. Sin embargo, existen evidencias de que la tendinopatía podría considerarse una lesión no inflamatoria del tendón a nivel celular. Esta “nueva” condición está etiquetada como “tendinosis” y representa un proceso degenerativo en el tendón. Los cambios degenerativos que se encuentran en estos tendones están asociados con la edad y con las altas exigencias físicas (tensión, compresión o fuerzas de cizallamiento) en las articulaciones vecinas. Una tendinosis avanzada puede conducir a la ruptura del tendón por razones vasculares y/o mecánicas.
Los sitios más comunes de sufrir una teninitis o tendinosis son: el tendón de Aquiles, el tendón rotuliano, los tendones extensores de la muñeca y el tendón supraespinoso (hombro).
Las causas de las tendinopatías dependen de varios factores: intrínsecos (variantes anatómicas y alteraciones, tensión muscular / desequilibrio / debilidad, la nutrición, la edad, la laxitud articular, enfermedad sistémica, la perfusión vascular, el sobrepeso…) y factores extrínsecos (ocupación laboral, carga física, sobreuso, errores técnicos deportivos, equipo inadecuado y las condiciones ambientales). Las tendinopatías (tendinitis y tendinosis) rara vez se asocian con un solo factor, y pueden resultar de varias vías y factores.
Evaluación y exploración clínica de la tendinitis de hombro
Anamnesis (entrevista) principalmente encaminada a reconocer los factores que han podido provocar la patología.
Palpación en la búsqueda de puntos sensibles que reproduzcan el dolor del paciente.
Test ortopédicos Por ejemplo, ante una tendinitis de hombro podemos usar: Neer, Hawkins, Yocum, Jobe, y las pruebas de resistencia a la rotación externa) y dando positivas 3 de ellas se puede confirmar el diagnóstico de tendinitis del manguito rotador (hombro)
Pruebas por imagen (ecografía y resonancia magnética) para corroborar el diagnóstico.
Tratamiento de la tendinitis de hombro
Desde hace años se llevan a cabo distintos tratamientos que siguen sin tener una base científica que refunde su uso. Algunas de estas técnicas son: reposo, frio, AINES (fármacos), ultrasonido, masaje transverso profundo, acupuntura, inyecciones de corticoesteroides (infiltraciones)…etc.
El uso del ejercicio excéntrico en la rehabilitación es cada vez más respaldo en la literatura científica como modalidad de regeneración específica. El ejercicio excéntrico es un alargamiento general de un músculo mientras se desarrolla tensión y contracción del mismo. Este tipo de ejercicio provoca cambios histológicos en el tendón: el colágeno, matriz extracelular, aumento de células y aumento de la vascularización. Con ello se promueve la regeneración del tendón lesionado por encima de otras técnicas.
Recientemente se investiga también la efectividad de técnicas novedosas como: ondas de choque, inyecciones de PRP, células madre…etc.
Desde Dinamic Fisio queremos sumar un granito más a estas modalidades de tratamiento que a nuestro juicio tienen buenos resultados: corregir disfunciones osteopáticas adyacentes (vértebras en relación, húmero, escápula, clavicula…etc) para mejorar la movilidad articular adyacente y mejorar el aporte sanguíneo a la zona lesionada a través de la Tecarterapia.